En qué creo

Creo firmemente en la libertad como un derecho fundamental para que cada persona pueda decidir sobre su propio destino. Considero que la autonomía y la responsabilidad personal son claves para el desarrollo de una sociedad libre, justa y próspera.

Estoy convencida de que el trabajo es el motor de la mejora de la calidad de vida y por lo mismo promuevo una cultura del esfuerzo. El mérito y la dedicación son los principales factores que permiten a las personas alcanzar sus metas y contribuir al bienestar común y es ello lo que promuevo y defiendo en política.

Defiendo la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos. Por ende, creo en un sistema que permita a cada persona, sin importar su origen, tener acceso a las herramientas necesarias para desarrollarse y prosperar, fomentando así un entorno donde el talento y el esfuerzo sean reconocidos y recompensados.

Defiendo que el desarrollo individual debe ir acompañado de un compromiso social. Todos los ciudadanos deben participar en la construcción de una sociedad más solidaria y equitativa.

Creo en políticas públicas innovadoras y adaptadas a los desafíos del siglo XXI. Estoy a favor de la modernización de las instituciones y del uso de la tecnología para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos pero sin descuidar las brechas digitales generacionales que pueden ser un caldo de cultivo de desigualdad.

Promuevo y defiendo la importancia de cuidar el medio ambiente y promover un desarrollo sostenible. Por lo mismo, considero crucial apoyar iniciativas que protejan los recursos naturales y fomenten un equilibrio entre el progreso económico y la conservación del entorno.

Soy una firme defensora de la democracia, un gobierno transparente y cercano a la gente. La confianza en las instituciones se construye a través de la honestidad, la rendición de cuentas y el respeto por las leyes y los derechos de las personas.